Antonio Alcalá

 

 

A M O R

(Soneto)


Belleza y fuerza es el amor.
Despierta los sentidos su vivencia,
Exhala del humano pura esencia,
Y como rosa es...fragante flor.

Espinas en su tallo protector,
Sostén y defensor de la prudencia,
Exigen rehuir toda vehemencia
Que cause algún dolor o desamor.

Amor es alegría celebrada,
Canto a las grandes y pequeñas cosas,
Versos a ritmo lento de balada.

Palabras que al oírlas son gozosas,
Y turban seductoras a la amada
Porque son de amor, las más hermosas.
 

 

LA DESEADA


Muchos hombres te desean
Ahora que tienes fama
Y a ti con denuedo acuden,
Aunque les resulte vana
Esa obsesiva intención
de acabar pronto en la cama.

Sé que no eres nada fácil,
Que has de tomarte tiempo
Mientras vas llenando ‘vasos’
A ritmo de tempo lento.
Y combinando caricias
Con algún que otro beso,
Vas despertando el león
Que todos llevamos dentro.

Ya nadie se te resiste
Todos quieren otra ronda;
Pero temiendo excitar
En demasía la ‘cosa’
Propones para otro día
El seguir siendo cachonda.

No sé muy bien por qué deben
Rechazarte las mujeres
Ni tampoco algunos hombres
A los que problemas dieres.
Quizá en ellos virtudes
Que tu para otros tienes,
Al excitar su pasión
Males mayores confieres


Todo el mundo te conoce,
Has llegado a lo más alto
Presentándote cubriendo
Tu menudo cuerpo blanco
Bajo un denso manto azul
Que te quitas en privado.
Es lo que todos desean
Porque de ti han contado
Que realizas maravillas
En los decrépitos falos.

Tienes clientela fija,
Única actuación diaria,
Por eso tú recomiendas
Como regla doctrinaria,
Mantener la discreción
Y la disciplina horaria.
CONCLUSIÓN:
Cuatro clonadas alberga una sencilla cajita
Las cuatro son pastillitas con discreta identidad.
Con una sola de ellas crecerá en virilidad
Tu verga, si está... cansada o pochita.

( Dedicado a los posibles clientes de Viagra)


 

te quise y quiero

 

Quise lo que quise,

 y te quise.

Quiero lo que quiero,

y te quiero.

 

Quizá no supe decir

 cómo te quise.

Hoy quiero decir,

cuánto te quiero.

 

Porque mucho te quise

y más te quiero,

desdeñé fulgores

 de afanes y pasiones.

 

Y frené ansias de amar,

 sin desconsuelo,

por temor a perder

tu prometido cielo.

 

Cual arado que en la tierra

 hendido fuere,

el tiempo traza surcos

 que a la vida hiere.

 

Pero en ellos, el nuevo fruto

 a su abrigo germinado,

posible hace agorar

un futuro esperanzado.

A tu reducto de amor,

mi fortaleza,

añosa llega hoy

mi alma herida.

 

Pues larga ha sido

la senda recorrida,

quiero en él arrostrar

 mi pasado con firmeza.

 

Aliviar quiero mi carga

de flaquezas, nunca añorar

lo que antes ya he vivido

y afrontar mi presente sin tristeza.

 

Porque, gozoso es el amor

que no marchita

El que perdida la juventud,

sólo dormita.

 

Ése que, pasado el tiempo,

 no se extingue;

el que el ímpetu sosiega,

la nostalgia quita

y aplazado el gozo,

a la ternura invita.

 

Ansiosa está hoy mi alma

de ese amor henchida,

y en tu aquietada calma

 busco reposar mi vida.

Porque, en fanático ritual

 de fe, apasionado,

un salmo se hizo en mí

 siempre constante.

 

Con él juré mi amor

 por tí nunca agostado,

en él recé tu nombre

 a cada instante.

 

Por eso, si la alborada

 mi pasión despierta,

 buscará la serena paz

 de tu refugio alerta.

 

En él, con temblor abrazado,

estremecido,

quiero volver a sentir

el gozo compartido.

 

Quise lo que quise,

quiero lo que quiero;

Pero si mucho te quise,

hoy más te quiero.

 

 

A M O R 

(Soneto)

 

     Belleza y fuerza es el amor.

Despierta los sentidos su vivencia,

Exhala  del humano pura esencia,

Y como rosa es... fragante flor.

 

     Espinas en su tallo protector,

Sostén y defensor de la prudencia,

Exigen rehuir toda vehemencia

Que cause algún dolor o desamor.

 

     Amor es alegría celebrada,

Canto a las grandes y pequeñas cosas,

Versos a ritmo lento de balada.

 

    Palabras que al oírlas son gozosas,

Y turban seductoras a la amada

Porque son de amor, las más hermosas.

 

 

 

 

Llenemos nuestras almas de paz y armonía.

Nacerá en la Tierra la auténtica Verdad,

Vivamos la esperanza, vivamos la alegría,

Porque es tiempo ya de Navidad.

               

                         ¡ Feliz Navidad ! Con nuestros mejores deseos para el 2007. PAZ Y BIEN.

 

NOCHEBUENA

 

 

Si hoy nace Jesús,

y en medio del silencio más profundo,

es LA PALABRA;

 

Si hoy nace Jesús,

y en medio de la noche más cerrada,

es la LUZ;

 

Si hoy nace Jesús,

y en la soledad, junto a los marginados,

es EL AMOR;

 

Hoy queremos pedirle, que rompa

nuestros silencios Su Palabra,

ilumine nuestras noches Su Luz,

y acompañe nuestras soledades

Su Amor.

 

 

CONSIDERANDOS DE UN VIEJO

 

  

    Con el paso de los años, cayendo van  sentimientos; esos apegos nuestros

 tan arraigados antaño, y que para tantos son frívolos,

 vacuos y poco apreciados hogaño, por cierto.

 

    Ésos que siempre nos acompañaron en los largos senderos recorridos

-con alcores y quebradas- por los que con paso firme fuimos

abriendo caminos y encauzando nuestras vidas, y quizás alguna ajena.

 

    Hoy nos vemos abocados a mesurar afectos; los que fueron prioritarios,

 parecen ya innecesarios. Se van yendo ilusiones, se esfuman los espejismos,

y soportando el realismo se nos rompen los patrones.

 

    Sin saber cómo hacerlo, vamos ocultando lágrimas;

aferrándonos a esa íntima soledad que nos hace desabridos,

pues miremos donde miremos siempre veremos lo mismo.

 

    Aquellos días que intensamente vivimos, días de vino y rosas,

están siendo actualmente, para nosotros, otra cosa; y parte de nuestro

ser quisiera tener la fortaleza de espíritu necesaria para liberarnos.

 

    Sí, liberarnos de toda la rebeldía que llevamos acumulada a lo largo

de esta última etapa de nuestra existencia, para vivir lo que nos quede de ella

sin la tensión continuada que nos vemos obligados a soportar.

 

    Porque sabemos que nada puede cambiar el destino incierto, inevitable,

al que estamos encadenados. Se diría que somos presos, esperando en el

‘corredor de la muerte’, a que se cumpla la sentencia que, por fortuna,

puede esperar años, sí... pero ¿cuántos?