“AL ARRIMO DE MI OTERO, DE ELIANA ONETTI ”

Comentario: Herminia D. Ibaceta





"Al Arrimo de mi Otero" es la más reciente contribución a la literatura de Eliana Onetti, poetisa cubana residente en España. No siempre llega a nuestras manos un material como éste, digno de leerse por sus múltiples valores. Se escribe tanta letra vacía, ajena al espíritu, que cuando se recibe un libro que se propone y cumple su objetivo y que abraza temas trascendentes, reconocemos de inmediato la presencia del texto esperado.

"Al Arrimo de mi Otero" es un libro que abarca dos géneros literarios, poesía y narrativa, por los que la autora camina con paso firme y reconocido éxito, y en los que se pone de manifiesto el sello que caracteriza la obra de Onetti: su gran preocupación por una humanidad que no encuentra su camino. Con ella convive, en ella piensa, con ella sueña, a ella se dirige en el marco de sus versos y de sus narraciones.

No son fáciles los temas que inspiran estos poemas. Las virtudes teologales, las virtudes cardinales, y otras cualidades tales como: la modestia, la perfidia, la inocencia, etc., por abstractos, requieren un alto nivel de inspiración. Encarnando las virtudes o cualidades a las que se refieren sus versos en la imagen de la mujer, la autora ha podido obtener un resultado genuinamente poético:

“Enciende sus pestañas de fulgores/ la fiebre de su ardiente fanatismo/ y el mágico rigor del ascetismo/ demuda de su rostro los colores/. Se nutre sobriamente de fervores/ que tienen resplandor de crucifijo./ Y no hay en sus entrañas más que un hijo: /El místico placer de sus dolores/. Tiene prendida siempre la mirada/ de una visión excelsa y venerada,/ ebria de éxtasis más que de vino./ Y el pecho flébil que huye del pecado/ florece cuando su Alma y el Amado/ coinciden al final de su camino./ Nació casta y mujer. Se llama fe. (Pág. 14.)

En medio de temas abstractos y de temas sociales, que atañen a las miserias de la humanidad aparecen, sin embargo, pinceladas de júbilo como las que encontramos en el poema Alegría:

“Alegría tiene en su cara morena dos destellos refulgentes:/ esos ojazos oscuros siempre cuajados de abril/ que brillan como ningunos diciendo al mundo: reid”./ El cuerpo se le alborota/ y toda su piel morena desde el tobillo hasta el pelo/ vibra y se tensa y conmueve al compás del canto negro. (Pág. 31)

El lenguaje conductor, tanto de los versos como de la prosa de Onetti, es depurado, alto, y siempre al nivel del sentimiento que se desea transmitir, destacando una gran imaginación y un profundo sentido de humanidad. Eliana comienza el sector narrativo con “La Cometa”, compendio de siete cuentos fantásticos, siete aventuras en las que la autora, abrazada a su cometa que, glosando sus palabras, constituye su propio yo, visita lugares increíbles. Al final de cada travesía regresa al hogar y en su remanso sueña. En estas escapadas por mundos irreales, aparecen imágenes desgarradoras de niños afiebrados y sin pan, de lugares tenebrosos donde habitan seres inmolados por la metralla, alternando con aventuras risueñas, niños dichosos, y sueños románticos. A través de sus cuentos la autora medita sobre lo que debe ser y no es, doliéndose de una humanidad que no alcanza a ser feliz. La prosa de estos cuentos es una prosa verdaderamente poética, con profusión de imágenes y en la que, en no pocas ocasiones, surge la rima:

“En la almena del torreón solitario, ateridas quedamos tan sólo mi cometa y yo bajo el lloro gris de una llovizna silenciosa, cuyo gélido contacto impregnaba el alma”. (Pág. 55);

“ De la madre, regazo de pomarrosa, sólo tiene la dulzura cuitada y la castaña sedería de las guedejas húmedas de fiebre”. (Pág. 44).

“¡Ay, quien pudiera volver el tiempo atrás, simplememte, o vivir en los recuerdos siempre, siempre! Pero el tiempo no se para; no tuerce su curso un río; no vuelve al nido vacío un ave muerta en invierno; y no puede un triste guante trocar su humilde destino” (Pág. 84).

"Al Arrimo de mi Otero" es un libro inspirador, que por las sendas del sueño nos lleva a la realidad, enfrentándonos con todo lo que ésta tiene de gozo o de infelicidad, nos induce a la reflexión, y despierta en nosotros la necesidad de urgentes soluciones.



 

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